Sr. Director:

Tolerancia cero con los que no saben respetar la libertad de los demás para creer. Tolerancia cero con los intolerantes. Hay muros más duros que los muros de ladrillo. Puede que no sean físicos pero por eso no son menos vergonzosos. Sí alguien no quiere compartir el aire que respira con los católicos está poniendo una barrera a los que sí creen. Está alzando un muro : el de la intolerancia religiosa. Nadie me puede obligar a creer en algo o en alguien. Yo no obligo a nadie a creer o a no creer.

Ha habido momentos en la Historia en los que se ha matado a los que creen en algo; otros en los que se ha matado a los que no creen. ¿Tú también quieres matarme porque creo? ¿Quién es el dictador? ¿Quién debería plantearse cambiar su postura? ¿Acaso yo para no morir a tus manos? ¿Te colocas a la misma altura que los que deciden la vida o la muerte para condenar las creencias o las no creencias? ¿Debemos permitir que anden sueltos los dictadores y decidan quienes pueden vivir y quienes no? ¿Permitiremos que levanten muros que separen a las gentes por sus ideologías o creencias?

Mª Paz Alonso

mirpace@hotmail.com