Sr. Director:
En una interesante carta pastoral, el obispo de Mérida-Badajoz analiza la predicación y el apostolado. ¿Es un derecho, una obligación o una necesidad? Las tres, responde el prelado.
Sin la posibilidad de hablar de Dios al hermano, algo que muchos poderes quieren negar a la Iglesia, resulta difícil pensar en las otras dos. Desde el punto de vista cristiano, se trata de una obligación por el mandato del mismo Cristo, pero debe tornarse una tarea amorosa, "una necesidad incontenible", matiza monseñor García-Aracil.
Es hora de que los pastores difundan la sana doctrina en estas misivas dirigidas a sus diocesanos, de que lo hagan con sencillez, concisión y claridad y de que adviertan a los poderes políticos y sociales que los tendrán enfrente si intentan someter a los católicos y privarles de un derecho tan básico como es el de la libertad de expresión, cuya validez no puede funcionar solamente en una dirección.
Basta ya de negar el pan y la sal a quien no se expresa dentro de lo políticamente correcto. Y las altas instancias eclesiásticas han de prestar atención a lo que se dice en los medios: muchas calumnias y tópicos baratos se rebatirían fácilmente en la arena pública si hay quien dedique algo de tiempo a ello. Un interesante servicio a Jesucristo en un sector donde no todos aprecian ni valoran a la Iglesia.
JD Mez Madrid