Su filial Vinzeo (IBV) necesita hacerse con la informática del grupo andaluz

 

Decíamos ayer que el BBVA estaba colocando al Grupo industrial Andaluz Sánchez Ramade al borde del concurso de acreedores, por su negativa a una liquidación ordenada del grupo. Hablábamos incluso de una obstinación del banco con sede en Bilbao frente a la opinión de otros acreedores, como Caja Madrid o Banesto.

La razón es muy sencilla. BBVA necesita potenciar su filial (IBV) Vinzeo, con altísima dependencia de un sólo cliente, HP. Por eso, pretende forzar la venta de DIASA a su compañía de la corporación IBV, antes de que sea Arrow Electronics, con sede en Nueva York, quien se haga con DIASA, la joya de la corona de Sánchez Ramade.

Miriam Prat

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