Este italiano es quizá el único novicio ignorante y tartamudo que han admitido los dominicos en el siglo XIV. Ignorante dejó de serlo en cuanto se puso a estudiar, al punto que llegó a Arzobispo y Cardenal, y su tartamudez desapareció incomprensiblemente de un día para otro. He aquí cómo lo cuenta el propio santo en carta dirigida a su madre: "Tu hijo, que a la edad de diecisiete años se hizo dominico, tenía la lengua impedida para hablar… hallándose en Siena y sintiendo grandes deseos de predicar, con grande pena de no poder a causa de la lengua, una noche se arrodilló ante una imagen de Santa Catalina y le pidió con la devoción más ardiente que le alcanzase del Señor la soltura de la lengua, a fin de poder anunciar la palabra de Dios en bien de las almas. Tú sabes cómo fue oído tu hijo de modo maravilloso". "Desde este momento la predicación de fray Juan Dominici transfigura su personalidad y constituye el quicio de su vida y de su apostolado dominicano" (J.L. Gago del Val). Pero Juan Dominici ha pasado sobre todo a la historia por el gran número de jóvenes vocaciones que consiguió y que permitió "repoblar" los monasterios casi vacíos a causa de la peste de 1348, y por su impagable labor en el Cisma, ya que, en gran medida, gracias a su intervención, de los tres papas que había se consiguió que un cuarto, diferente de los anteriores, fuera el único y verdadero Papa. Juan Dominici murió a los setenta años, el 10 de Junio de 1420.
Juan Dominici enseña que para la misión que Dios ha encomendado a cada cristiano en este mundo, cuenta con sus defectos y limitaciones y suple con su gracia.
(Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar
Direcciones de Internet: archimadrid. es; churchforum.org; aciprensa.com; encuentra.com; planalfa.es; ewtn.com; serviciocatolico.com; buscabiografias.com; y es. catholic.net.
Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de
Pilar Riestra