Al igual que la oscarizada Shakespeare enamorado, Belleza Prohibida sitúa su acción en el teatro londinense, allá por el s. XVII. Las mujeres tienen prohibido actuar, lo que provoca que todos los papeles femeninos sean interpretados por hombres. En ese contexto, Edward Kynaston (Billy Cudrup) es la artista más famosa de Inglaterra. Pero, de la noche a la mañana, la situación cambia cuando el monarca, Carlos II (Rupert Everett), para animar el espectáculo, permite a las féminas pisar los escenarios, al mismo tiempo que prohíbe que los varones interpreten papeles femeninos.
Aunque la publicidad intenta vender esta película como una comedia romántica de enredo, Belleza prohibida es más una tragicomedia que apunta un trasfondo terrible: hombres que, desde niños, eran adiestrados para parecer mujeres en el escenario, lo que provocaba verdaderos traumas personales al confundirles sobre su identidad sexual.