En su último mensaje a la sociedad española y a las autoridades políticas, el Papa destacó la conveniencia de preservar y fomentar ese rico patrimonio espiritual, que no sólo manifiesta el amor de un país hacia su historia y su cultura, sino que es también una vía privilegiada para transmitir a las jóvenes generaciones aquellos valores fundamentales tan necesarios para edificar un futuro de convivencia armónica y solidaria.
Benedicto XVI recordó que la fe, que en los albores del cristianismo llegó a España, se enraizó tan profundamente que ha ido forjando el espíritu, las costumbres, el arte y la idiosincrasia de sus gentes.
Expresó su deseo de que esa fe alcance nuevo vigor en este Continente, y se convierta en fuente de inspiración, que haga crecer la solidaridad y el servicio a todos, especialmente a los grupos humanos y a las naciones más necesitadas. Me parece interesante tener presente está idea precisamente en esta semana que los cristianos dedicamos a procurar la unidad de todos y rezar por que sea una realidad.
Jesús D Mez Madrid