El caudillo venezolano Hugo Chávez, líder del populismo indigenista iberoamericano, se entrevistó con SS Benedicto XVI. Chávez ofreció al Papa un retrato de su ídolo Simón Bolívar, a quien califico, a pesar de su condición de masón, como un cristiano ejemplar.
Por su parte, Benedicto XVI expuso a Chávez cinco peticiones: libertad para el nombramiento de obispos venezolanos, libertad para enseñar religión en las escuelas, para la universidad católica, libertad para los medios de información católicos que la ley no atente contra los no nacidos (en Venezuela se está introduciendo el aborto).