El cardenal Urosa ha advertido en numerosas ocasiones de los peligros de la política del caudillo venezolano
Entre las medidas de Chávez para introducir el socialismo, destacan las dedicadas especialmente a controlar o quitarse de en medio todo lo que huela a católico. Eso implicará la prohibición de las expresiones religiosas en público y la expulsión del clero no nativo.
A Chávez no le gustan los curas, especialmente cuando se oponen a sus políticas o cuando advierten al pueblo del peligro que implican. La mejor prueba de ello es que antes de ser presidente habló bien del papel de la Iglesia en la sociedad. Una opinión muy diferente de la expresada una vez que ocupó el poder.
Pero el cardenal Urosa es de los que no se callan y por eso Hugo Chávez dio orden por una parte a sus bolcheviques de "La esquina caliente" para que le agredieran y por otra a la policía para que no hiciera nada.
Benedicto XVI ha expresado su solidaridad con el cardenal Urosa, a quien ha enviado su bendición apostólica, como cuenta la agencia Zenit.