Aprovechando la presentación de cartas credenciales del nuevo embajador de Hungría, Benedicto XVI lanzó un mensaje contundente al conjunto del continente europeo: Europa se está jugando su esencia deformando el matrimonio y la familia y es que, en palabras del mismo Papa, Europa dejaría de ser Europa si el matrimonio y la familia desapareciera o se transformase sustancialmente.
En el mismo discurso el Papa enfatizó que el matrimonio y la familia constituyen un fundamento decisivo para un sano desarrollo de la sociedad civil, los países y pueblos.
Por ello explicó que la Iglesia no puede aprobar iniciativas legislativas que impliquen una valorización de modelos alternativos de la vida conyugal y familiar, ya que esos modelos contribuyen al debilitamiento de los principios del derecho natural y a la relativización del conjunto de la legislación y de la conciencia de los valores en la sociedad.
Jesús D Mez Madrid