Sr. Director:

Las apariencias engañan, ¡y vaya si engañan! Cuando apareció por la logia de la basílica de San Pedro el Card. Ratzinger como nuevo Papa, no faltaron las voces discordantes: un Papa alemán, poco cercano a la gente, tímido La sorpresa es que no refleja nada de todo esto. En sus primeros meses de pontificado ha brillado claramente esa sencillez y dulzura que ha atraído a Roma millones de peregrinos.

Pues ahora el Papa Benedicto nombra un nuevo cardenal español. Ni más ni menos que el arzobispo de Toledo, Monseñor Antonio Cañizares. Además, uno de esos que, como Benedicto XVI, siendo una gran personalidad, sienten que les queda grande el encargo. Detrás de su apariencia discreta, se oculta un baluarte de la Iglesia española. Estrecho colaborador de Benedicto, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española y gran teólogo actual. Su sabiduría se refleja en su aportación al Catecismo de la Iglesia Católica y en su competencia frente a temas de actualidad, de educación y de moral. Pero, sobre todo, comunica una increíble dulzura y nobleza de corazón. Y él mismo se ha considerado siempre un humilde servidor de Dios y de su Iglesia.

¡Felicidades Benedicto! ¡Felicidades Cañizares! ¡Felicidades España! Un cardenal sabio, humilde, sencillo ¡Qué más queremos los españoles!

Samuel Sanabria

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