El consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, había prometido un desayuno revolucionario para el lunes 28 de septiembre: ZP, te vas a enterar.
Sin embargo, aunque su talante fue el habitual, lo cierto es que ahora mismo Cebrián está luchando por su supervivencia en su propia casa.
Por eso habla ahora de restablecer el diálogo con La Sexta, cuando ese es un diálogo roto. Como adelantara Hispanidad lo que Cebrián calla es que las negociaciones reales son con la Mediaset de Silvio Berlusconi, con Tele 5, si lo prefieren. Primero se habló de crear una sociedad conjunta donde se introdujera la plataforma Digital y Tele 5, al 50 por ciento. Pero el primer ministro italiano, en sus ratos libres hombre de negocios, ha exigido el todo o nada: quiere comprar toda la antigua Sogecable, el 100 por 100, tanto Cuatro como la Plataforma Digital .
Ignacio y Manuel Polanco están dispuestos a aceptar. Quedarse con Santillana y con El País y la SER, casi una vuelta a la galaxia Gütemberg con un aderezo Marconi y olvidarse de la tele.
Naturalmente, eso no convence a Cebrián. Prescindir del poder televisivo no es asequible a su neuronas y, además, sabe que será su fin.
¿Y ZP? El instinto homicida del presidente del Gobierno se ha desatado y el inquilino de Moncloa es de los convencidos de que el único remedio contra el rencor es la amnesia. En resumen, está dispuesto a que italianizar España (RSC controla Unedisa y ahora Berlusconi puede controlar Sogecable) con tal de ganarle el pulso a Cebrián.
El consejero delegado del grupo trató esta mañana de mostrar la mejor cara de su empresa y puso el acento en los 3.000 millones que espera facturar PRISA-Sogecable este año y anuncia incluso que El País obtendrá beneficios. En el desayuno celebrado por Nueva Economía Forum, Cebrián negó que la compañía tenga problemas financieros significativos.
Las cosas le irán muy bien, pero Cebrián no aclara por qué sigue adelante con la venta de activos. Por ejemplo, la empresa espera que alguien le compre Digital . Lo mismo ocurre con Santillana, la joya de la corona de los Polanco. Es de las pocas cosas que les gustaría vender, pero la situación obliga y tendrán que dejar el 25% de la editorial en manos del fondo de capital privado DLJ South American Partners por 247 millones de euros.
Pero la clave no está en la facturación ni en los beneficios extraordinarios, ni en las externalizaciones que se barajan ya en PRISA, sino en la deuda que Cebrián no ha reconocido esta mañana como un problema, que se vieron obligados a refinanciar y que ronda los 5.000 millones de euros. Con la venta del 25% de Santillana sólo paga el 5% de esa deuda. Por más que el primer ejecutivo de Sogecable se empeñe, no se trata de hacer cuentos sino cuentas y los números no salen. De ahí que Janli no quiera ni oír hablar de Berlusconi, la salida más cómoda para los Polanco.