En lo que constituye la primera visita oficial de un miembro del Gobierno de Mariano Rajoy a Túnez, un país en pleno proceso de transición tras la caída hace más de un año del régimen de Zinedine el Abidine Ben Alí, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, no ha dudado en hablar sin pelos en la lengua, como es habitual en él.
Túnez está en pleno proceso de redacción de una nueva Constitución. Como ha explicado el ministro de Exteriores tunecino, Rafik Ben Abdesslem, los partidos mayoritarios en la Asamblea Constituyente prefieren no citar la 'sharia' (ley islámica) como "fuente fundamental" de Derecho y dejar el Artículo 1 tal y como está redactado en la actualidad, que describe a Túnez como una república cuya religión es el islam y su idioma el árabe.
Pues bien: el ministro español García-Margallo ha dicho que para España lo más importante es que la nueva Carta Magna "garantice la libertad religiosa, el respeto a las minorías y el respeto a las mujeres" y se ha mostrado convencido de que la transición en Túnez será "un ejemplo a seguir". ¿Se imaginan estas palabras en boca de un miembro del Gobierno de Zapatero?
Por cierto, el ministro español también visita Túnez entre hoy y mañana con el objetivo de escuchar sobre el terreno las necesidades de las empresas españolas presentes en este país, que suman un total de 57. Según Ben Abdesslem, Túnez está viviendo una "verdadera transición democrática" que marcha "estupendamente", lo que se convertirá a la larga en una "ventaja" para las compañías que inviertan en este país.
A ver si es verdad...
José Ángel Gutiérrez
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