Bill Gates aportará más de la mitad de los 4.300 millones de dólares destinados a la vacunación de 250 millones de niños en países en desarrollo, a través de la Alianza Global para las Vacunas y la Inmunización.
El año pasado, el fundador de Microsoft nos dejaba perplejos en su conferencia TED2010, al urgir a una reducción mundial de la población mediante la salud reproductiva (esterilización, anticoncepción y aborto) y ¡¡la vacunación masiva!!
Aunque ya en la época de Kissinger se priorizaba el control de natalidad, en 2004, el Dr. Haruna Kaita, decano de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de Nigeria, denunciaba -tras analizar las vacunas proporcionadas por UNICEF en la campaña antipolio infantil- que éstas tenían efectos nocivos sobre el sistema reproductor humano y que el fin de estas campañas no era la protección de la infancia sino la esterilización de todo un país.
También en 1995 los filipinos demandaron a UNICEF por sus vacunas contra el tétano, igualmente esterilizantes, mientras que en México y otros cuatro países se descubrieron vacunas similares. Me parece de una gravedad terrible que filántropos multimillonarios y sus fundaciones (Ford, Rockefeller, Gates…) asociados con los mismísimos gobiernos abusen de la ignorancia de la población para dejarla sin descendencia.
Muchos hay que decidirán los destinos de los hombres con un engaño disfrazado de ayuda benefactora.
Hoy tenemos un claro ejemplo de cómo los débiles son ninguneados por los poderosos para sacar provecho de sus ideas iluminadas, como deidades que han perdido su cordura pero no su ambición en un plan siniestro que abarca a toda la humanidad.
Isabel Planas