Si Caja Madrid cae, la crisis será, en verdad, sistémica. El Banco de España ya amenaza con tomar medidas. Ahora mismo, es lo que más preocupa a banqueros y cajeros, aunque no parece que ocupe a los políticos. Con Blesa se ha disparado la mora, pero el presidente está enloquecido y grita la inconstitucionalidad de la ley madrileña. Gallardón quiere acabar, de una vez por todas, con la política de Aguirre y no está dispuesto a hacer caso a Rajoy

Durante la última Asamblea de Caja Madrid, su presidente, Miguel Blesa, se comportaba como el más chillón de los hooligan, y gritaba a quien quería oírle que la ley de cajas de ahorros de la Comunidad de Madrid era, no ya ilegal, sino anticonstitucional.

Mientras, Gallardón, el correligionario de Aguirre, propinaba a ésta la bofetada más sonora de toda su carrera política, a costa de impugnar la ley, mientras el mandamás del partido, Mariano Rajoy, permanecía en silencio, en lugar de decidir quién tiene razón: si el uno o la otra.

Por último, desde el PSOE, el vicesecretario general de la formación, Pepiño Blanco, forzaba a Tomás Gómez, responsable del PSOE en Madrid al que nadie hace ni caso, a conquistar la Presidencia de Caja Madrid bajo la bandera -en España cada hay más abanderados- de un presidente técnico. Tras el caso de la Caja de Castilla-La Mancha (CCM), presidida por el socialista Hernández Moltó, el asunto tiene su aquel.

Pero el problema no es ese: como se deja ver en un estudio que ronda por el sector ahorro, Caja Madrid y Caixa Catalunya son las que presentan más problemas de mora, junto a CCM, aunque la explicación es sencilla: cuanto más a la derecha, mayor es la mora, cuanto más alta, la solvencia es menor. En cualquier caso, Caja Madrid fue, durante muchos años, la entidad más solvente de todo el sector ahorro, por delante de La Caixa. Ahora ocurre justamente lo contrario (por cierto, observen la evolución de los bancos: sorprenden que el BBVA se sitúe por encima del Santander, y la posición de mora del Popular).

En definitiva, la situación de Caja Madrid se deteriora día a día porque Miguel Blesa, el amigo de Aznar, se ha pegado al sillón de mando, porque a Gallardón poco le importa que Caja Madrid se hunda con tal de aniquilar a Aguirre y porque Pepiño Blanco aprovecha la guerra civil del PP para poner a un socialista al frente de Caja Madrid. Y el Banco de España y amenaza con intervenir. Por de pronto, la entidad madrileña, que semanas atrás aseguraba no necesitar muleta alguna, prepara ahora una emisión de bonos con el aval del Estado.

Naturalmente, Caja Madrid es seis veces la CCM: si cayera, entonces ya se podría hablar de crisis sistémica y podría provocar une efecto dominó similar al norteamericano o al británico. Verdadero caos bancario donde las grandes entidades están siendo, de hecho, nacionalizadas.    

Nadie entiende la actitud suicida de Mariano Rajoy, dispuesto a entregar la cuarta entidad financiera española al PSOE o al Banco de España. Aunque todo es posible, porque la nueva máxima en el PP es que las batallas económicas sólo proporcionan disgustos a los políticos.

Eulogio López

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