El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, que ya ha advertido que abandona la actividad pública, tiene puestos sus ojos en la Presidencia de la empresa de tecnología Indra, y la verdad es que algunos accionistas, como Cajamadrid (8% de Indra), no verían con malos ojos la entrada de Álvarez-Cascos como presidente de Indra. No sólo el presidente de Cajamadrid, Miguel Blesa, quien mantiene buenas relaciones con Cascos, sino también las familia Entrecanales, porque los constructores anhelan hacerse con una empresa que puede dar mucho de sí en informática y logística. No olvidemos que Acciona es el propietario de Trasmediterránea, de Transportes Olloqui (sí, el de la bomba de ETA) o del sector del 'handling'.

Por cierto, los Entrecanales quieren entrar y los Albertos (poseían más del 5% de Indra) quieren salir y centrarse en ACS-Dragados. Los Albertos, no lo olvidemos, son los principales valedores del actual presidente, Javier Monzón. Eso sí, no han logrado, al menos hasta el momento, convencer a Florentino Pérez de que Monzón sería un estupendo consejero delegado de la primea constructora española. Pero, como recuerda Florentino: "No hay mejor consejero delegado que yo".