Recuerden que, según ZP, no sólo no se ampliará el actual parque nuclear, sino que se dejará morir el ya existente. Pulso del Foro Nuclear al Gobierno -y a la oposición- a un mes de las próximas elecciones generales. El 60% de la energía del 2030 debería ser convencional para garantizar el suministro. La eólica provoca "rendimientos de angustia" de la energía convencional. El Foro también critica la falta de planificación en el transporte y censura el "cortoplacismo" de la política española
Lleno a rebosar en el salón de actos de ICADE (Universidad Pontificia de Comillas) donde a mediodía de este jueves se presentaba el informe del Foro Nuclear sobre Perspectivas energéticas para el 2030. El estudio -aclara el ex presidente de REE, Victoriano Casajús- descuenta factores políticos y medioambientales, preocupándose sólo de cuestiones técnicas en orden a garantizar el suministro y la demanda.Además, el estudio también presupone que seguiremos siendo una ‘isla' energética. La interconexión eléctrica con Francia sigue siendo una incógnita y, en todo caso, ofrece un margen muy estrecho que no modifica el mapa actual.
Así que, la pregunta, ¿cuántas nuevas centrales nucleares harán falta? El ex presidente de Red Eléctrica española, Victoriano Casajús, responde que en el 2030 serán necesarias 17 gigavatios de potencia nuclear, lo que supone incrementar en 10 nuevos reactores nucleares. De los 120 megavatios que serán necesarios en 25 años, habrá que reponer las actuales plantas de carbón y nucleares que ya tienen edades de 60 y 55-60 años respectivamente. En térmica-carbón habrá que tener 45 megavatios de los que 17 son nucleares y los otros 30, turbinas de vapor "como le dé la gana producirlo". ¿Por qué más vapor que nuclear? "La nuclear es más cara a corto plazo y es más complicada su aceptación", responde prudentemente Casajús.
Aún así, la propuesta del Foro Nuclear supone 10 nuevos reactores nucleares. El 60% de la energía deberá ser convencional "para que el sistema sea estable". Eso garantiza que en caso de problemas en las alternativas "se pueda garantizar el 100% de la estabilidad del sistema". Porque Casajús no contempla la posibilidad de interrumpir el suministro, tipo Canarias "donde te apago un día sí y otro también". Sencillamente no es admisible en la 8ª potencia mundial.
O dicho de otra forma: el "desgaste" ni se contempla. Porque -se pregunta Casajús- en caso de que haya un crack energético, ¿quién va a salir por la televisión a explicarlo?
- Si hay apagón, no habrá televisión, les espetamos.
- Eso, es verdad, en la televisión, en la radio, ¿quién va a salir a dar explicaciones? Y se autocontesta, previniendo que se trata de un chiste: "Seguro que no un ministro".
La posición del Gobierno Zapatero es tajante: no sólo no ampliarán el parque nuclear, sino que dejará morir los emplazamientos actualmente existentes. La solución ZP es sustituir la nuclear por las renovables, a pesar de la desproporción entre ambas. El PP ha criticado en numerosas ocasiones esta actitud, pero tampoco se ha atrevido a ir más allá. Por ejemplo, Arias Cañete criticaba en el Foro Cinco Días la ausencia de una política energética coherente. A juicio del secretario ejecutivo de Economía del PP, España se encuentra en un "sándwich" energético, dependiente de Marruecos y de Francia, que sí ha impulsado la nuclear. Sin embargo, los populares se muestran temerosos una vez más de la reacción de la izquierda y sólo apuestan por mantener las centrales existentes.
Casajús lo tiene claro: "Yo, que soy creyente, si tuviera un 60% de energías renovables, me pondría a rezar; pero a rezar mucho". Casajús señala que no es contrario a las energías alternativas, pero aclara que ni la eólica ni la fotovoltaica "responden a los picos de exigencia de demanda". Es decir, son poco flexibles. Y no sólo eso, sino que obligan al resto de la energía a estar con "rendimientos de angustia". Más. La inversión en 1.000 megavatios de nuclear cuesta lo mismo que en 2.500 de eólica. Pero la eficiencia es mayor en la nuclear porque de la eólica sólo se podrá utilizar un tercio, cerca de 600 megavatios.
Por otra parte, Casajús se muestra partidario de que las termosolares sean termosolares y no térmicas, es decir que funcionen como apoyo de las centrales de ciclo combinado para reducir el consumo de gas. "Una solución que no admite la renovación española". En cuanto a la eólica, se muestra partidario de que se instale la que no está subvencionada. "La gente quiere molinillos, pero no quiere que le suban las tarifas y eso es incompatible". Es lo que Javier Pinacho censura criticando como "cortoplacismo".
Por último, el ex presidente de REE se ha mostrado muy crítico con lo que considera "falta de planificación de transporte". Absolutamente desmelenado ha señalado: "Lo voy a decir: no tiene ningún sentido de que la energía que estamos consumiendo en Madrid se produzca a 300 kilómetros del noroeste y en Extremadura; la energía hay que producirla donde se consume". Y una última advertencia a su antigua empresa: "REE debería de empezar a desmayar su red o tendremos problemas".
Un último asunto: ¿qué pasa con los residuos? En la mañana de este jueves, la secretaria de Economía y Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñeiro, se ha mostrado contraria a la nuclear por el problema del emplazamiento del almacén central unificado de residuos nucleares. El presidente del Foro Nuclear, Eduardo González, ha contestado que "los residuos dejarán de ser residuos", pero que en todo caso, "hay que buscar soluciones técnicas en función de lo acordado en el Parlamento hace un año". Y a pesar de haber convocado el acto un mes antes de las elecciones, reconoce que en estos momentos "no son los mejores para abrir reflexiones de este estilo" y censura que "no se haya reflexionado antes". En todo caso, el discurso es claro: más nucleares, por favor.