Sr. Director:

El divorcio, que se quiere presentar como una consecución de la progresía, es al final, una lacra social. Ya está visto hace años.

Aconsejo repasar lo que decía Pío XI, y cito lo que él refiere de León XIII, realista y profético: "Nada contribuye tanto a destruir las familias y a arruinar las naciones como la corrupción de las costumbres.

Muy grande es la fuerza de los ejemplos, pero mayor es la de las pasiones; con estos incentivos tiene que suceder que el capricho de divorciarse, cundiendo cada día más, inficione a muchas almas como una enfermedad contagiosa o como torrente que se desborda, rotos todos los obstáculos".

Al final, aunque no lo parezca, lo pagamos todos. (Cfr- "Casti connubii", Pío XI, núm. 34).

Eduardo Pérez

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