La pregunta tras el Consejo de Ministros del viernes era obligada: ¿Cómo valora el Gobierno el triunfo de Bush en las elecciones norteamericanas? El Ejecutivo hace ejercicio de cintura: "Zapatero ha sido uno de los primeros líderes mundiales en felicitar al presidente Bush", señala De la Vega, quien informa que felicitó al vencedor de los comicios a través de la prensa, por telegrama y telefónicamente.
La vicepresidenta trató de quitar hierro al hecho de que Bush no le haya devuelto la llamada. Según ella, forma parte del protocolo internacional y, además, el reelegido máximo mandatario estadounidense no le ha podido localizar porque el presidente español está en Bruselas. ¡Toma aldea global!
Por su parte, Bono aprovecha para decir que él estuvo en la fiesta de la Embajada antes de conocer el resultado anunciando su intención de fortalecer las relaciones con los Estados Unidos. Eso sí, fortalecer no significa regresar a Iraq, ya que, a su juicio, el asunto "está zanjado" y no ha cambiado ninguna circunstancia. "Los amigos y aliados no se miran con recelo", señala Bono para añadir después que el embajador Argyros le trató como un "amigo".
No se entiende, entonces, el cálculo del debe y haber en las relaciones militares. ¿Cómo se hace el balance de las relaciones militares entre Estados Unidos y España?, le preguntamos: "El general Félix Sanz se remitió a un informe de Defensa de 5 de mayo de 2000 donde se refería a los buques, etc. O sea, que no fuimos nosotros. Lo que pasa es que algunos piensan que por poner los pies en la mesa y fumarse un puro son más amigos que nosotros por el hecho de ser socialistas".
Ahí queda eso. O no, porque Bono insiste en que "es una putada" que los tanques sean de ellos. O sea, que la relación está desequilibrada. Hasta que Estados Unidos se canse y organice sus cuarteles en Marruecos, que les recibirán sin la hoja de cálculo y resulta igualmente estratégico. Los trabajadores directos e indirectos que pierdan entonces sus puestos de trabajo se acordarán y mucho del "desequilibrio". Y se acordarán de Bono o de Trillo. Y como Bono nos sugiere que publiquemos lo que queramos, cumplimos con su voluntad.