¿Quién se lleva el gran premio a la demagogia, Bono o Gallardón, dos personajes, uno del PP y otro del PSOE, que se entienden a las mil maravillas. Hay cosas que les unen: por ejemplo, Bono intenta dinamitar el PSOE para acabar con Zapatero, y Gallardón intenta dinamitar el Partido Popular para terminar con Rajoy: estos chicos están llamados a entenderse.
Así mientras Bono tensa la cuerda contra los nacionalistas que, como le recordara el martes Durán Lleida, le han hecho ministro, Gallardón, promulgó en Madrid la mayor subida de impuestos municipales (sobre todo el impuesto sobre bienes inmuebles, IBI) de toda la etapa democrática, afirma ahora que en 2007 es decir, que el anuncio podrá hacerlo antes de las elecciones- reducirá el IBI para las rentas más bajas. En definitiva: baja los impuestos, o anuncia que vas a hacerlo, antes de las elecciones, y en cuanto pasen súbelos y pon la ciudad patas arriba para ser un alcalde que deja huella.
En el entretanto, Gallardón ha puesto Madrid patas arriba, convirtiendo la ciudad en un infierno, y cuando se marche del ayuntamiento dejará una deuda pavorosa a sus sucesores. Este chico llegará a presidente del Gobierno. Si no se le adelanta su amigo Bono. Ambos están repitiendo aquel reparto de poderes que, cuentan las malas lenguas, hicieron en su día Miguel Roca y Narcís Serra: Tú al PSOE y yo a Convergencia. O al revés, lo mismo da.
Todos estos méritos le han valido el ser llamado por la Universidad San Pablo CEU, propiedad de la Asociación Católica de Propagandistas a inaugurar el curso académico 2005-2006. Ruiz Gallardón, en un acceso de modestia, confesó haber llevado el inconformismo, la rebeldía, el aperturismo y la tolerancia a la política nacional. No, no estaba hablando tolerancia fiscal.
No es ningún secreto que el gallardonismo pretende controlar la primera universidad privada -dependiente de la Iglesia- de España, que próximamente celebrará elecciones para renovar su cúpula. Entre los aspirantes figura el antiguo consejero de Educación de Gallardón cuando era presidente de la comunidad de Madrid, Carlos Mayor-Oreja.