Con JP Morgan Jr. en 1929, don Emilio puso a disposición de todos los bancos la liquidez del Santander para reactivar el interbancario
Se queja el cántabro de que los bancos españoles están purgando los pecados de la banca anglosajona. De paso, aprovechó para recordar que ni el Santander, ni Banesto, ni Sovereign tienen riesgos importantes con Lehman. Sorprende el silencio del Banco de España y de la patronal AEB, aunque es verdad que el gobernador MAFO está operado de apendicitis. Puede afirmarse con rotundidad que la banca está provocando un rosario de quiebras y suspensiones de pagosComo el mismísimo John Pierpont Morgan junior, en 1929, acudiendo a Wall Street para comprar acciones en un mercado dominado por el pánico, don Emilio Botin Ríos, presidente del Banco Santander, convocaba el lunes 15, para el martes
Alguien no acudió, pero eso no restó importancia, en tan histórico momento, a don Emilio, quien pretendía, según uno de los presentes, "apaciguar los ánimos". Algo parecido a Felipe II, cuya presencia imponía de tal modo que se veía obligado a comenzar tranquilizando a sus interlocutores con un "sosegaos".
La verdad es que el mercado interbancario se secó el lunes 15. Y si se secó el interbancario, no hace falta decir que el flujo creativo hacia las empresas es nulo. Hoy puede decirse que en España la rigidez de la banca en el crédito está provocando una cadena de suspensiones de pagos y quiebras en las empresas, por falta de circulante. Y hablamos de empresas, en muchos casos, sólidas.
Don Emilio aprovechó para aclarar que ni el Santander, ni el Banesto, ni el norteamericano Sovereign están relacionados con Lehman.
Mientras tanto, el Banco de España y la patronal AEB guardaban silencio. Más disculpable, aunque no totalmente, el primero, por cuanto el gobernador Fernández Ordóñez está operado de apendicitis y porque el director general del Servicio de Estudios, Malo de Molina, aprovechó la entrega de los premios de transparencia de El Nuevo Lunes para advertir, aunque con poco riesgo, que la banca española estaba menos afectada que la de otros países. De la misma forma, la aportación de la AEB ha resultado mínima.
Menos mal que contamos con don Emilio.