Minutos antes de comenzar su cita con los accionistas en Santander, el presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, mostraba su apoyo a las palabras del presidente de la Asociación Española de Banca, Miguel Martín, que este jueves se mostró partidario de que las entidades recapitalizadas sean reestructuradas, pero que anticipó el respaldo de la patronal bancaria a cualquier decisión del Gobierno. En su discurso ante los accionistas del banco, Botín expresó así su receta que para mantener un sistema financiero tan resistente hasta ahora: sería deseable que si, en el futuro, fuera necesario algún tipo de intervención, ésta se hiciera con sentido de anticipación, caso por caso y mediante el correspondiente plan de reestructuración de la entidad que lo necesite, siendo el Banco de España el encargado de promover y tutelar estas medidas. En pocas palabras, Emilio Botín da por hecho que habrá intervenciones en el futuro y urge al Banco de España a intervenir antes de que sea demasiado tarde.
El presidente del primer banco español por capitalización aseguró que no está satisfecho con la evolución de la acción, por encima de los 8 euros. De lo contrario, habría sido el primer presidente de una empresa que infravalora su acción, pero el banquero no quiso desperdiciar su oportunidad y lamentó que los mercados estén penalizando a la banca como consecuencia de la situación financiera internacional: Estoy convencido de que la cotización del Santander reflejará a medio plazo el verdadero valor de nuestro grupo.
Botín anunció este viernes que la entidad mantendrá en 2009 el mismo beneficio neto ordinario alcanzado al finalizar el ejercicio pasado, 8.876 millones de euros. El banco mantendrá también su la retribución destinada a los accionistas en 4.812 millones de euros, con un dividendo de 0,13 euros por acción.