Juan Manuel de Prada (en la imagen) ha escrito dos artículos poniendo como no digan dueñas a Margaret Thatcher. En el primero alude a la manía antihispánica de doña Margaret y en el segundo las concreta, con esa retranca castellana que Dios ha concedido a don Juan Manuel. Pero, al parecer, sus textos no han gustado mucho a Lord Garel-Jones, exministro de Asuntos Europeos de la Thatcher, quien ha respondido con otro toma en el diario ABC.
De Chesterton a Cameron el pensamiento británico se ha derrumbado
Admiro a los escritores británicos, mucho más que a los franceses, y comparto con Juan Manuel de Prada la afición por Chesterton. Pero nuestro Garel-Jones diríase que no participa ni del contenido profundo de Don Gilbert ni de su continente barroco. De Chesterton a Cameron el pensamiento británico se ha derrumbado.

Además, De Prada, después de su novela sobre los últimos de Filipinas, Morir bajo tu cielo, que aconsejo con gozo, ha demostrado ser uno de los pocos españoles que aún comprende qué cosa es el patriotismo.

Veamos. Garel-Jones niega que Thatcher sufriera de hispanofobia. Su razón es muy clara: cuando le nombró -a él, a Jones- ministro para Europa la premier aumentó su perímetro de mando a las relaciones con hispanoamérica. ¿Puede darse muestra más nítida del amor de Margaret por España y por la Hispanidad

Asegura el respondedor que la postura británica sobre Gibraltar es producto de que Londres no puede sino respetar la voluntad de los llanitos. Muy cierto, sólo que no entiendo, entonces, ¿cómo es posible que los británicos cedieran Hong Kong a Pekín Como se puede comprobar ahora mismo, lustros después, los ciudadanos chinos de la colonia están felices de integrarse en la tiranía de Beijing. Más bien diría que los británicos sólo abandonan sus colonias 24 horas antes de que les echen. Y los chinos les hubieran echado si no se hubieran marchado.

No menos brillante es la justificación de la Guerra de las Malvinas: Thatcher no defendía su colonia austral, asegura Garel-Jones, sólo luchaba para que los 'fascistas' argentinos no mataran a su propia gente. A los argentinos. Querido Lord: este viejo corazón no puede resistir tanta emoción.

Discrepo -ahora en serio- con Juan Manuel de Prada sobre una de sus críticas económicas a Thatcher: en efecto cogió un país con un Estado del Bienestar imposible. Eso sí, Thatcher no era liberal, era capitalista y financista. Por eso, hizo bien en desregular el cerrado mercado laboral inglés pero no en desregular los especulativos mercados financieros de la City, convertida hoy en un lodazal que provoca más ruinas que fortunas, más financismo que economía real.

Y llegamos al punto central. Achaca De Prada a Thatcher, con toda razón, que su legislación abortista multiplicó el infanticidio en Reino Unido. Y así lo demuestra. En este punto, Lord Garel-Jones podría haber acudido al "Y tú más" y recordarnos que, en lo que respecta a la defensa de la vida más inocente y débil, la España actual puede dar pocas lecciones a pocos países. Pero hete aquí que no: Lord Garel-Jones se refugia en el curioso argumento de que, cuando se trata de una norma abortera, en el Reino Unido de la Gran Bretaña se respeta libertad de voto y, casualmente, sus británicas señorías están por la muerte y no por la vida. Hombre, yo pensaba que cuando se traba de derechos humanos no mandaba la mayoría sino la razón y, sobre todo, la conciencia. Aunque el 99% de los españoles deciden que yo debo morir por hacer sido concebido, juro que, en la media de mis posibilidades, no respetaré la muy democrática decisión.

Pero bastará con recordarle a nuestro lord que el proyecto votado en Westminster sobre ampliación del aborto en Inglaterra, partió del Gobierno británico, de la señora Thatcher. Del Número 10 podía haber salido un proyecto en defensa de la vida del no nacido, por ejemplo.

Sí, el balance de Thatcherismo es negativo. Y sí, como a tantos otros políticos abortistas se les puede declarar una enemiga de la humanidad. Lo de enemiga de la Hispanidad ya lo sabíamos.

Juanma: sacúdele una tercera vez, please.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com