Los ‘ratistas' apuestan por la debilidad de la economía española mientras que Esperanza y Gallardón quieren insistir en ETA

Aunque Zaplana diga que el PP no tiene ningún problema, lo cierto es que el partido está más dividido que nunca. Y no sólo porque Fraga haya abierto el melón sucesorio. Resulta que Juan Costa –responsable de elaborar el programa electoral- y el resto de los ‘ratistas' que formaron parte del equipo económico del anterior gobierno, insisten en que la economía va mal, que se mantiene por inercia, que "el reloj se va a parar si no se le da cuerda" (Rajoy) y que hay que hacer oposición económica. Argumentan que fueron ellos los que hicieron la revolución que provocó el milagro: crecimiento y creación de empleo. Y además argumentan que el tema de ETA está agotado y que el resultado en el Debate sobre el Estado de la Nación fue lamentable. La economía, imbécil, la economía.

En este paquete se encuentran Costa, pero también el actual secretario de Economía, Miguel Arias Cañete. Mitad porque se lo cree, mitad porque quiere ganar peso en el PP.

En la otra parte se encuentran los que piensan que la economía no va mal, que no se puede hacer oposición cuando el paro se encuentra en mínimos históricos, crece la creación de empresas y autónomos, la creación de empleo y crecemos al 4%. Así que insisten en hacer oposición al gobierno en su debilidad ante ETA. Al fin y al cabo es uno de los activos de los Ejecutivos Aznar: la dureza frente al terrorismo. Y ahí es difícil que el PSOE les gane, argumentan. En esas están Gallardón y Aguirre, que en algo coinciden.

¿Y Rajoy? Como buen gallego, no se sabe si sube o baja.