Libia se convierte en Eldorado de Repsol YPF. La compañía no se va de argentina: "Somos hispano-argentinos". 2006: buenas expectativas, pero resultados estancos
El presidente de Repsol YPF presentaba esta mañana los resultados de la compañía correspondientes a 2006, unos resultados estancos respecto a 2005. En concreto, y en orden al consenso de mercado de los analistas que publicamos este lunes.
El beneficio neto atribuible del grupo fue de 3.124 millones de euros, un 0,1% más que en el ejercicio precedente. Quizás la parte más reseñable de unos resultados que prácticamente calcan los del año anterior es la reducción de la deuda en un 2,6% y las cargas financieras en un 33,2%. Todo ello significa que la petrolera española sigue inserta en un proceso de reconversión cuyo principal objetivo consiste en aumentar como sea sus reservas. En este sentido, puede decirse que Libia, quién lo iba a pensar, se ha convertido en Eldorado de Repsol. Brufau ha anunciado que la empresa ha descubierto en Líbano el mayor campo petrolífero de toda la historia de la petrolera: 476 millones de barriles de petróleo. Repsol se convierte así en la primera compañía privada de Libia y el país del dictador Gadafi se convierte en su activo más rentable. Y eso que los libios imponen un sistema en el que de cada 10 litros de petróleo que consigue Repsol 9 son para Trípoli y 1 para la empresa española.
Cuando termine su etapa como presidente es muy posible que Brufau sea fichado como ministro de asuntos exteriores del gobierno español, independientemente del partido que esté en el poder. Y es que Brufau está aprendiendo a convivir con personajes tan "sorprendentes" como el venezolano Hugo Chávez, el boliviano Evo Morales o el argentino Néstor Kirchner. Y de todos ellos, no lo duden, el peor es Kirchner. Pese a todo, Brufau asegura que no se marchará del país austral porque "somos hispano-argentinos".
Decimos que es el peor por la recuperada doctrina de la peronista Ley de Abastecimientos. Según esta norma, las compañías se comprometen a abastecer de productos energéticos a la población dispongan o no de ellos. Si no los tienen, deben importarlos a precios internacionales. Ahora bien, es el gobierno quien impone los precios locales a los que tienen que vender esos productos en el interior de Argentina. En otras palabras, en muchas ocasiones están vendiendo pérdidas. No obstante, Repsol se ha comprometido con el gobierno a realizar fortísimas inversiones en el país, en la confianza de que cambiarán las expectativas.
En Venezuela el caudillo Chávez ha impuesto el 60/40 para el petróleo y el 40/60 para el gas. En definitiva, la empresa pública Pedevesa posee el 60% de las explotaciones y Repsol el 40 restante. En el gas sucede al contrario. Problema: que de Chávez te puedes fiar un poquito más que de Kirchner, pero sólo un poquito más. Y de Evo Morales te puedes fiar menos que de Chávez. Por ahora se ha llegado a un acuerdo, pero nadie en España, con la excepción de Brufau confía en que pasado mañana la situación se mantenga.
Repsol necesita tiempo para explotar sus nuevas reservas. Tiempo que ha ganado con la estabilización de su núcleo duro.
Por cierto, donde el futuro ministro de asuntos exteriores no se atreve ni a poner el pie es en Rusia. Puede bregar con Evo Morales, pero con Vladimir Putin es demasiado.