El titular de esta noticia es cierto laboral y funcionalmente hablando. El presidente de Repsol YPF, hombre clave durante año en La Caixa y en su grupo industrial está dedicado 100 por 100 a Repsol YPF. Todo esto es cierto, probablemente, con la única excepción de Gas Natural, por aquello de que "el que tuvo, retuvo". De hecho, toda su gestión en el Grupo Industrial Caixa (valorado en 21.000 millones de euros) ha quedado arramblada por un nuevo espíritu: La Caixa ya no quiere ser el socio de referencia. Como mucho, socio financiero con un gestor externo. Casi podríamos decir que La Caixa busca gestor para sus empresas, gestor al que, naturalmente, pretende controlar de cerca. Pero la inclinación es a centrarse en el negocio financiero banca y dejar a las empresas como mero complemento.
Durante su cara a cara con los medios informativos (mañana del viernes) con motivo de la Asamblea de La Caixa, su presidente, Ricardo Fornesa, defendió la independencia de La Caixa respecto a lo que hasta ahora se llamaba "sus participadas", especialmente respecto a Gas Natural. Preguntado por la OPA de Endesa, Fornesa advertía que a esa pregunta debía responder el Consejo de GN: "Es cierto que tenemos el 30% de Gas Natural, pero otros tienen el 35".
Por lo demás, la caja catalana quiere ser financiera. En 4 años, el periodo en el que la caja se "doblado" ha vendido industrias por 4.400 millones de euros y ha comprado por 1.000. La deriva es muy clara y se percibe cierto hartazgo de los problemas que le ha acarreado su cartera industrial, no financieramente –ha sido un chollo- sino en materia política y de imagen. Decididamente, Brufau ya no trabaja en Caixa. Ahora el estilo el mando lo ponen Ricardo Fornesa y el director general, Isidro Fainé.
Eso sí: esto no significa que la participación del 12,5% en Repsol esté en venta, ni la del 5,1% de Telefónica. ¿Y Sacyr? Les encanta que Sacyr posea un 25% de la petrolera, y hasta aprueba que tengan más de dos consejeros.
En otro orden de cosas, La Caixa insiste en que no emitirá cuotas participativas y que desarrollará su "holding", el instrumento –sociedad anónima- con el que se compran bancos. Se percibe cierto hartazgo en la entidad hacia las críticas del Banco de España y de la Comisión Europea, empeñados en convertir a las cajas de ahorros en sociedades anónimas. Fornesa confiesa vivir en "un perpetuo asombro" por la decisión de Bruselas, a pesar de hacer fe pública de europeísmo. Y recuerda que el "75% del sistema bancario francés no es sociedad anónima. Son mutualidades", que operan con formatos de sociedad anónima, pero que mantiene su naturaleza jurídica no accionarial.
Por lo demás, el crecimiento de La Caixa es imparable, con un crédito que crece a tasas del 28%. En cuatro años ha duplicado su tamaño y en otros cuatro pretende doblar nuevamente. Tanto en activos como en beneficio y en obra social (400 millones de euros para 2007. El margen de explotación creció un 39%. Los resultados de 2006, a pesar de las plusvalías, han procedido del negocio típico.
Más ideas vertidas por el dúo Fornesa-Fainé:
1. No pensamos adquirir un banco en España. Sí abrirán oficina en Polonia y Rumanía, les interesa Estados Unidos y su primer objetivo es Portugal, donde ya poseen el 25% del BPI y apoyan al actual equipo directivo.
2. La Caixa ya está presente en todos los municipios españoles de más de 20.000 habitantes y en el 95% de más de 5.000.
3. No se fusionarán con cajas de otras comunidades autónomas, porque prefieren expansionarse ellas, ni con las catalanas, porque en su región de origen poseen casi 1.800 sucursales.
4. Fornesa no cree que Suez tenga interés en Gas Natural, aunque no recuerda que posee un 2% de la gasera a través de su participación en Agbar.