Con tan sólo 19 años, la joven directora iraní Hana Makhamalbaf consiguió, en el pasado Festival de San Sebastián, el Premio Especial del Jurado con esta historia sencilla pero llena de simbología.

Baktay, una niña afgana, de 6 años, es convencida por su amigo Abbas para ir a la escuela y aprender a leer bonitas historias. Pero Baktay, que vive con su familia en una cueva bajo el hueco dejado por una gigantesca estatua de Buda que destruyeron los talibanes, no es consciente de que esa decisión puede convertirse en una misión imposible…

Como ha manifestado la joven directora, Afganistán  ha sufrido hechos terribles que han marcado a toda la sociedad. Con esta película intentaba reflejar los efectos que esos años han dejado en los pequeños: "la violencia ha pasado a formar parte de su vida diaria". En ese contexto una niña que quiere aprender, que no quiere saber nada de juegos de guerra, se convierte en el objetivo perfecto para aquellos que sólo han visto asesinar. No es extraño por ello que, un momento dado, su amigo le diga a la niña: "Muere y te dejarán en paz".

Rodada con pocos recursos, con actores no profesionales (niños elegidos de las escuelas afganas) en Buda explotó por vergüenza encontrarán menores que son arquetipos de adultos: hay uno que juega a matar cambiando constantemente de grupo, otro que sigue estudiando el alfabeto independientemente de lo que ocurre a su alrededor, etc…Pero las niñas (hablamos de un país mayoritariamente musulmán) son las que carecen de cualquier tipo de derechos: no pueden embellecerse, ni pasear libremente; incluso tienen dificultades para aprender en la escuela como los varones…

Lo dramático de este largometraje es que no hay héroes porque es difícil encontrarlos en una sociedad en la que te juegas la vida si mantienes unas mínimas convicciones.

Para: Los que les gusten las películas de modesto presupuesto pero de hondo contenido