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Bush metió la pata en Iraq, pero lo peor viene ahora
En Vietnam, los norteamericanos se marcharon dejando atrás a unos aliados corruptos y degenerados. Por el contrario, sus enemigos, los comunistas, no estaban corrompidos todavía y no eran degenerados: simplemente eran unos cafres. Así que ganaron la guerra a los corruptos e instalaron una feroz tiranía. Estados Unidos se enrocó, y, como siempre que USA se retira del proscenio mundial, a Europa le entra el canguelo. Ahora puede suceder lo mismo en Iraq. El pasado fin de semana, los demócratas conseguían sacar la calle a miles de personas que pedían la retirada total de Iraq. Había menos razones para entrar en Iraq que para intervenir en Vietnam. En Vietnam se trataba de luchar contra una guerrilla, más parecido a un Ejército, y apoyada por los ejércitos ruso y chino. En Iraq se trataba de luchar contra Bin Laden y el terrorismo islámico, y han muerto muchos más civiles que terroristas, además de que no se ha conseguido dar con Bin Laden, y sólo se ha potenciado a Al Qaeda en el mundo, así como el fanatismo musulmán. Pero tanto en uno como en otro caso, Estados Unidos no ha sabido realizar la labor política paralela al ataque militar. Antes de entrar en Iraq tienes que contar con la alianza de iraquíes dispuestos a establecer un régimen de libertades en su país. Si no, no entres: continúa luchando contra el terrorismo internacional con información, y la información no es patrimonio de los ejércitos, sino de la investigación policial o de los servicios de inteligencia, si lo prefieren. Se mire por donde se mire, la guerra de Bush en Iraq ha sido un desastre. La vietnamización del conflicto se completa con la disgregación del Gobierno iraquí de Al Maliki, sobre todo cuando los diputados leales a Al Sadr, el influyente clérigo chiíta, le hayan retirado su apoyo. Era la única unión visible entre sunís y chips que se había logrado hasta ahora. Pero al olor de la huida de los marines, las cosas vuelven a su lugar: al enfrentamiento irreconciliable. Todas las muertas de soldados norteamericanos y de iraquíes, militares y civiles, no han servido para nada. Es el desastre de Bush.. Ahora bien, las manifestaciones en Estados Unidos y el hecho de que los demócratas, con una mujer tan superficial como Hillary Clinton al frente de las encuestas, hace temer más consecuencias necias de una guerra estúpida. En efecto, Vietnam es la demostración palpable de que en cuanto el protagonismo de expandir la libertad en el mundo pasa de Washington a Bruselas al Viejo Continente, que sólo busca comodidad, sufre de vértigo y se encierra en su concha o llama en su ayuda al hermano mayor del otro lado del Atlántico. Europa se comporta como un viejo cobarde incapaz de tomar decisiones y, sobre todo, con una pueril aversión al riesgo. Especialmente, al mayor riesgo de todos: el coraje necesario para hacer proselitismo de democracia y de respeto a las personas. Bush ha sido un desastre en Iraq. Ciertamente, pero el problema puede venir en la era post Bush. Oriente pretende arrastrar a Occidente, y eso significaría el fin del mundo libre… en Oriente y en Occidente. Eulogio López eulogio@hispanidad.com
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