Los franceses lo quieren todo AGBAR y no marcharse de Gas Natural. La presunta separación entre Suez-EDF y Suez-Envrioment, una coña. Encima, en Francia no le hacen ni caso a ZP

En la mañana del lunes, el grupo industrial de La Caixa-Criteria, comunicaba un hecho relevante a la CNMV en el que se informaba sobre la ruptura de las negociaciones de Aguas de Barcelona (AGBAR) entre La Caixa y el grupo francés Suez. Todo ello recuerda la famosa frase de Chesterton el periodismo consiste en informar de que ha muerto Lord Thomson a millones de lectores sin que supieran que Thomson estuviera vivo, porque oficialmente no se sabia que La Caixa y Suez estuvieran negociando su divorcio en el holding Hisusa, a través de lo cual inviertan en empresas como AGBAR pero también Hisusa. Y es que el divorcio es complejo. Intentemos aclararlo: el problema es que, como aseguran en La Caixa, los franceses lo quieren todo: quieren quedarse con AGBAR pero se niegan a marcharse de Gas Natural (GN), donde poseen un 8%. Y por ahí sí que no pasa ni Isidro Fainé, presidente de La Caixa ni José Montilla, presidente de la Generalitat, que considera a GN-UNION FENOSA la gran baza energética catalana.

Además, el problema es que esto es una cuestión política, de reparto de poder económico en la Unión Europea, sobre todo en los dos sectores clave, finanzas y energía, y en política andamos flojos, porque a Zapatero en Francia no le hacen ni caso.

Y así, los galos siguen con el jueguecito. Tras la fusión entre Suez y Gas de Francia los franceses alegan que hablamos de dos compañías distintas: la que pose el 8% de Gas Natural sería Suez-GDF, mientras que la que co-lidera Aguas de Barcelona junto a La Caixa es la segregada Suez- Envrioment. Una coña marinera por cuanto la primera posee en 30% del capital de la segunda y porque en ambas manda el mismo: Gérard Mestallet. O, para ser exactos, quien realmente manda tanto en Suez como en Suez-Enviroment, es el señor Nicolás Sarkozy.

Eulogio López

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