Malos, muy malos, los resultados de Caja Madrid, con un beneficio que se desploma un 49%. Es cierto que crecen los resultados recurrentes, pero ni tan siquiera la fortísima dotación a provisiones reduce la mora, en cabecera del sector, y cifrada en un 5,55%.
Miguel Blesa dejará en septiembre una entidad abocada a la reconversión, a un fuerte proceso de saneamiento que deberá ser afrontado por su sucesor, previsiblemente Manuel Pizarro.