Insisto: las tarjetas negras de Cajamadrid no son el mayor escándalo financiero de la historia de España. Hagamos bromas con el 'ta tó pagao' y pongamos coto a los jetas.
Sólo dos cosillas:
1.- Alguien debería reparar en que el caso de las tarjetas de Cajamadrid le pueden dar un millón de votos a Podemos. Al grito de "ta tó podrío' esa insurrección nacional, marca de fábrica actual de España, se dispara. Sencillamente, un porcentaje muy alto de españoles está convencido de la necesidad de arremeter, no sólo contra todo poder sino contra toda autoridad y, lo que es más grave, contra toda excelencia.
2.- Con la pifia de Cajamadrid vuelvo a escuchar eso de la crisis de las cajas de ahorros. Se echa tierra sobre las cajas, que han construido el mejor y más justo invento financiero español de toda la historia. Un invento de la denostada Iglesia católica contra la usura, la especulación y la deslocalización del crédito. Las cajas eran furibundamente antifinancistas aunque fueran parte del sector financiero. Y ahora las consideramos la rémora de todos los bienes y el origen de todos los males.
Oiga, y mucho más se derrochaba, y se derrocha, en los bancos.
¡Pero qué tontos somos los españoles! ¡Cuánto nos gusta auto-flagelarnos!
Hispanidad
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