El Gobierno debió demostrar más firmeza y plantarse después de que la Comisión Europea propusiera repartir 150 millones de euros para paliar las pérdidas por la crisis del pepino que finalmente han quedado en 210.
Ese dinero es calderilla si se compara con las pérdidas reales, no solo en producto sino en imagen y en pérdida de mercados: más de 200 millones semanales y unos 500 millones en total. Es evidente que la propuesta comunitaria es insuficiente y que Alemania, a la que finalmente recriminó Bruselas su alarmismo e incompetencia, no debe irse de rositas del desastre. ¿Qué habría pasado si la situación hubiera sido a la inversa? Finalmente algunos de los afectados cobraran una parte de las pérdidas, pero repito, 75 millones es calderilla.
Domingo Martínez Madrid