La prensa del jueves 22 de mayo, anuncia la retirada de la estatua del Coronel Teijeiro y los monolitos de la Plaza de la Gesta, entre otros monumentos ovetenses, así como los nombres de doce calles.
No sorprende esta nueva felonía que llevará a cabo el Ayuntamiento de Oviedo, en base al acuerdo de la Comisión de la mal llamada memoria histórica. No sorprende, pues estamos acostumbrados al insulto y a la mentira tanto de los que presumen ser herederos de quienes que trataron de imponer la dictadura socialcomunista durante la Segunda República (a pesar de que muchos de ellos luego levantaron el brazo cara al sol cuanto necesitaron), como de los acomplejados e indignos liberales de la derecha, que por no ser tachados de "fascistas" se adhieren a la nueva historia de España que actualmente intentan imponer los que perdieron la guerra y pretenden ganarla ahora.
Pues ya que tanto les gusta hablar de ella, les recordaremos que "memoria histórica" es el brutal cerco al que fue sometido Oviedo en la Revolución del 34 y en la Guerra del 36; "memoria histórica" son los bombardeos que durante un año asolaron Oviedo; la voladura de la Cámara Santa y la torre de la Catedral; la quema de la Universidad y de su biblioteca, de la Audiencia y de su archivo (¡válganos Dios, los intelectuales de la izquierda!), los saqueos de iglesias, los asesinatos de sacerdotes, religiosos y fieles católicos por el simple hecho de serlo, dentro de la mayor persecución religiosa de la historia; y un largo etcétera que todavía muchos ovetenses, con muy buena "memoria histórica" recuerdan.
Parece ser que pretenden poner una placa (seguramente una horterada, muy al estilo del alcalde) en recuerdo de los muertos de los dos bandos. Ahora resulta que son iguales los que trataron de imponer la dictadura del proletariado mediante la checa, el asesinato, el odio y el terror de masas, y aquellos hombres y mujeres que se levantaron para defender España y su Religión -en lo que fue un verdadero movimiento popular, la defensa de Oviedo, muy parecido al de 1808- y que nos salvaron de lo que hubiera sido la conversión de España en un satélite de la Unión Soviética.
Si levantaran la cabeza aquellos valerosos alféreces y sargentos provisionales que dieron su vida por defender Oviedo, Asturias y España, y a los que van a retirar las calles, sentirían vergüenza y tristeza, pues la sangre que derramaron ha sido deshonrada una vez más por esta despreciable clase política y sus no menos despreciables "rasputines".
Juventudes Tradicionalistas Asturianas
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