• El paraíso fiscal gibraltareño se nos ha vuelto ecologista: declara 'zona de conservación' el Peñón y las aguas que lo rodean.
  • Tras el acuerdo con los barcos españoles, ahora les impide pescar amparándose en una directiva europea medioambiental.
  • Pero es una tomadura de pelo de dimensiones cósmicas: el Gobierno del Peñón avala la práctica del 'bunkering' o repostaje de combustible de barco a barco, que sí contamina enormemente la zona.

Esto es un pitorreo. Ahora resulta que el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, se ha amparado en una directiva europea para declarar "zona especial de conservación" medioambiental el Peñón y las aguas que lo rodean. Y esto lo hace cuatro días después de que los barcos españoles pudieran volver a faenar, merced al acuerdo al que llegaron con el propio Picardo el pasado 3 de agosto.

Vamos, que tanto el primer ministro inglés, David Cameron como su viceprimer ministro, Nick Clegg (ambos en la imagen), se ríen de España mientras pasan sus vacaciones en nuestro país. Pero es que, además de vulnerar el acuerdo del pasado día 3, la tomadura de pelo ha alcanzado dimensiones nunca vistas hasta ahora.
El mismo Gobierno que ahora quiere dárselas de ecologista, avala el uso de las aguas próximas al Peñón para la práctica del bunkering, esto es, del repostaje de combustible de barco a barco. Es una práctica que ha sido denunciada en múltiples ocasiones por organizaciones ecologistas, y que reporta grandes beneficios económicos al Gobierno Picardo.

Ante esta situación, el Ejecutivo de Mariano Rajoy debe tomar alguna medida contundente –cerrar la verja, por ejemplo- o las carcajadas de los gobernantes gibraltareños se acabarán escuchando en la frontera con Francia.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com