"Un millón y medio de personas pasa hambre y corre el peligro de malnutrición", decía el pasado día 10 un medio de comunicación de la ciudad de Barcelona.
Y es cierto, además, no se trata de ningún país africano, sino de Cataluña. La demanda de ayuda básica crece, por ello, los cuatro Bancos de los Alimentos de Cataluña se disponen a fomentar la solidaridad ciudadana con su próxima campaña de captación de alimentos.
La campaña tendrá lugar el próximo fin de semana (días 25 y 26 de noviembre), moverá a 7.000 voluntarios y recogerán la comida y donaciones de quien esté dispuesto a ayudar. Sin duda se trata de una iniciativa loable ante la que cabe plantearse cómo se ha llegado a tal situación de necesidad y quien debe actuar para evitarla.
De momento son entidades de voluntariado y caridad las que están tirando del carro. Hace unos días hemos conocido las actividades que Cáritas está llevando a cabo. Con un millón y medio de necesitados en Cataluña, podemos clamar como hacen algunos políticos estos días, tal vez olvidando la situación real: ¡Gracias tripartito por los ocho años en el poder en Cataluña!
¡Gracias José Luis por los siete y medio gobernando en Madrid! Sin duda es el resultado de la política social llevada a cabo en los últimos años.