La broma de este lunes de Rajoy es que hizo la mili en Valencia en el servicio de limpieza. Pero no debió ser muy pulcro. Es verdad que el PP valenciano aprueba este martes el cese temporal de su secretario general, Ricardo Costa. Pero se trata de un cese de perfil bajo. ¿Por qué? Todo el mundo sabe que Costa no hacía sino obedecer las órdenes de Camps para contratar a El Bigotes. Así que lo lógico es que si el partido prescinde de uno, prescinda de los dos. Pero, ¿cómo va a prescindir del presidente de una comunidad en la que arrasa y en la que no existe rival?
Costa debe salir con honores. Si no, levantaría las alfombras. Así que Camps le ha ofrecido un cese temporal, no cubrir la vacante y reservarle el sitio para su regreso en 4 meses. En paralelo, todos los honores: presunción de inocencia, desligar responsabilidades políticas de judiciales, etc Por su parte, Costa también defiende su honor, asegurando su inocencia y colocándose la medalla del incremento del número de afiliados.
Así que se asumen responsabilidades pero con la boca pequeña. Y ya son muchos los populares que han comprado el discurso de Basagoiti -asco, preocupación y vergüenza- y quieren más. La pelota sigue en el tejado de Rajoy. A ver si recuerda sus épocas de milicia y realiza la limpieza del cuartel como Dios manda.