No hay nada peor para mostrar la igualdad que resaltar por ley las diferencias. Eso es lo que ha sucedido con las leyes decretadas en torno a la igualdad de género y especialmente, sobre la Ley de Violencia de Género -y como muy probablemente va a suceder con la Ley de Igualdad de Trato-.
Con la idea de que hombres y mujeres son iguales -que es cierto en dignidad, pero no en muchas otras cosas-, resulta que se acaba presuponiendo que la mujer es menor, que necesita la protección del Estado y que los hombres son, si no se prueba lo contrario, maltratadores.
Por eso, la Asociación Catalana de Padres Separados (Asocapase) ha organizado una caravana de padres hacia Estrasburgo para protestar contra esta Ley que les condena de facto, y que en bastantes casos está provocando falsas denuncias que permitan a la mujer numerosas pretensiones y que el hombre quede en la miseria.
Aunque la marcha será durante la segunda quincena de abril, ya se están recogiendo apoderamientos para que la demanda colectiva pueda tener el éxito esperado. Como ellos mismos dicen, para el bien de los padres, madres e hijos de todos ellos y de las futuras parejas.
Andrés Velázquez
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