Se estima que más de medio millón de sirios han huido a los países vecinosLa Iglesia católica y sus instituciones se siguen ocupando de los más necesitados. Y entre ellos, las víctimas de los conflictos bélicos. Por ejemplo, más de 100.000 personas afectadas por la violencia que tiñe de sangre la guerra en Siria están recibiendo ayuda de emergencia por parte de las Cáritas locales en Siria, Líbano, Jordania y Turquía. Todas ellas han lanzado en los últimos meses diversos llamamientos de ayuda urgente a las Cáritas donantes de la red internacional con objeto de recaudar los fondos indispensables para financiar los distintos programas de acogida de los cientos de miles de refugiados y desplazados como consecuencia de la violencia.

A fecha de hoy, el importe global de las peticiones de ayuda de estas cuatro Cáritas nacionales asciende a 5 millones de euros, a los que Cáritas Española está apoyando de forma fraterna. Esta misma semana, el Equipo Directivo de Cáritas Española ha aprobado un fondo de 100.000 euros para responder a la petición de ayuda lanzada por Cáritas Turquía para garantizar ayuda humanitaria a unos 15.000 refugiados sirios acogidos en los campos de Kilis y Reyhanli, en la región de Hatay.

Según alertan los responsables de las Cáritas de la región, a medida que se dispara la escalada de la violencia en Siria, las condiciones de vida en el interior del país se deterioran rápidamente debido a la falta de alimentos, agua potable, refugio y atención médica. A las decenas de miles de muertos a causa del conflicto, se añade el drama de los más de 2,5 millones de personas desplazadas o refugiadas que necesitan ayuda urgente.

Se calcula que más de 1,5 millones de sirios que han abandonado sus hogares permanecen en el interior de Siria como desplazados. Se trata, en muchos casos, de familias que duermen al aire libre, en escuelas abandonadas o en campamentos improvisados.

A la acción de Cáritas -la red de acción caritativa y social de la Iglesia católica- hay que añadir las iniciativas de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), que recientemente aprobó un paquete de ayudas por un importe de 155.000 euros para diferentes proyectos de ayuda a los refugiados y otras víctimas de la guerra en las zonas fronterizas de Siria con Jordania y Líbano. Este paquete de ayudas se suma a los 474.000 euros que AIN aportó el año pasado a esta misma causa.

Además, AIN lleva a cabo en este momento una campaña de ayuda a 326 familias refugiadas a causa del conflicto en Malí, donde el ejército francés esta tratando de expulsar a los yihadistas. El obispo de la diócesis, Georges Fonghoro, que ha solicitado una partida de 40.000 euros para este fin, ha señalado que "en los últimos meses la población ha sufrido mucho, sobre todo en el norte. Muchos han huido de la violencia. Nosotros nos ocupamos ahora de los expulsados. La situación en el país se ha tranquilizado, aunque el estado de excepción se ha prolongado por tres meses. La gente sigue teniendo miedo de volver a sus pueblos".

Gracias a Dios, existen organizaciones como Cáritas y Ayuda a la Iglesia Necesitada que con su labor contribuyen a paliar en parte las necesidades inmediatas de esas personas.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com