- En declaraciones a Hispanidad, el diputado de UPN explica que su propuesta "pretende poner en valor y defender" al más débil, que es el nasciturus.
- "Es una manera de que pueda decir 'aquí estoy, soy una vida humana, tomad una decisión sabiendo qué es lo que vais a hacer'", añade.
- Acerca de las críticas por plantear que sea obligatorio introducir en el sobre que se entrega a la madre una ecografía del niño, Salvador argumenta que "también es obligatoria el resto de información".
- El político navarro apuesta por la unidad entre los grupos pro-vida: "El gran problema de los grupos de defensa provida es la fractura".
En declaraciones a Hispanidad, Carlos Salvador ha explicado que esta iniciativa surge ante un estado de "perplejidad" motivado por afirmaciones como las efectuadas por la ex ministra de Igualdad del Gobierno socialista, Bibiana Aído, quien llegó a afirmar que el 'feto es un ser vivo pero no está claro que sea humano'; o ante la perplejidad nacida también por actuaciones como las representantes del movimiento feminista 'Femen', que en el Congreso gritaron consignas en favor del aborto como algo 'sagrado'.
De tal forma que, según afirma, "se ha producido una inversión de los valores", frente a quienes defienden que "es precisamente la vida la que es sagrada".
En ese contexto, explica Salvador, "nos pareció oportuno presentar una iniciativa modesta, un toque de atención sobre este tema", más allá de que la "lacra del aborto sigue siendo una realidad que en nada ha disminuido con el cambio de la ley".
"Mostrar la vida nos parecía una cosa sencilla que podía ser suficientemente clarificadora de las cosas. Solemos decir que una imagen vale más que mil palabras. Y en este caso queríamos poner en valor la vida".
En la actualidad, la ley orgánica 2/2010 de 3 de marzo, aprobada por el Gobierno socialista de Zapatero, establece en su artículo 17 que las mujeres que quiera abortar durante las primeras 14 semanas de gestación, 'recibirán un sobre cerrado' con una documentación, por tanto, obligatoria, que constará, según dice literalmente la ley, de:
a) Las ayudas públicas disponibles para las mujeres embarazadas y la cobertura sanitaria durante el embarazo b) Los derechos laborales vinculados al embarazo y a la maternidad; las prestaciones y ayudas públicas para el cuidado y atención de los hijos e hijas; los beneficios fiscales y demás información relevante sobre incentivos y ayudas al nacimiento
c) Datos sobre los centros disponibles para recibir información adecuada sobre anticoncepción y sexo seguro; d) Datos sobre los centros en los que la mujer pueda recibir voluntariamente asesoramiento antes y después de la interrupción del embarazo'.
Así que, preguntado por las críticas a su propuesta por plantear que sea obligatorio introducir en el sobre que se entrega a la madre una ecografía del niño, Salvador argumenta que "también es obligatoria el resto de información.
Se trata de que forme parte de otros documentos que ya se le entregan a la mujer", que son también obligatorios por la ley. Porque además, explica Salvador, "una cosa es que esa documentación sea obligatoria, que vaya dentro del sobre, y otra cosa es que quien recibe el sobre la vea o no".
Como explica Salvador, esa ecografía es una "información relevante" pues "nos parece que, cuanta más información pueda tener cualquiera, más en libertad tomará una decisión importante".
Por otra parte, el diputado de UPN explica que "a la vista de la doctrina del Tribunal Constitucional y del último informe que emitió el Consejo de Estado cuando se iba a aprobar la actual ley, vino a decir que los intereses en conflicto entre la libertad en la decisión de la madre para llegar o no al aborto y la vida humana, existía un gran desequilibrio, porque la libertad de la madre es absoluta, y no está sujeta a ningún límite hasta la semana 14.
Y, por tanto, la posición del no nacido está muy desequilibrada, ni siquiera la legislación ha tomado en cuenta cómo ponderar ese interés. Y nos parecía que era una manera de defender la vida de ese ser, que no tiene abogado, ni voz, ni posibilidad de decir 'aquí estoy', y que es inocente. Nos parece que es una manera, aunque sea desde un punto de vista administrativo, de que pueda decir 'aquí estoy, soy una vida humana. Tomad una decisión sabiendo qué es lo que vais a hacer'".
Salvador ha añadido que, en la medida en que es una propuesta que defiende que entre los dos intereses en conflicto, el del nasciturus es el más "débil, indefenso, inocente o desprotegido", "nos parecía una propuesta, en cierta manera, 'progresista'", y por eso "no ha gustado nada a la izquierda", explica.
"Yo no entiendo por qué la izquierda, que siempre dice ser la adalid, la abanderada, de los más desfavorecidos y desprotegidos, pueda ver con malos ojos" su propuesta, que "precisamente pretende poner en valor y defender al que menos oportunidades tiene y más perjudicado resulta".
Respecto a ciertas divisiones y polémicas que se presentan a veces entre los grupos pro-vida acerca de qué iniciativas o maneras de defender la vida son mejores que otras, Salvador aboga por la unidad: "El gran problema de los grupos de defensa provida es la fractura.
Y es que, a veces concentran más su actividad en reprocharse unos a otros no dar las soluciones o no movilizar, etc., que en buscar entre todos soluciones a este problema".
"A veces todos creemos tener la mejor de las soluciones, cuando seguramente no hay ninguna cuando una mujer decide abortar, pero más allá de eso, hay un campo de trabajo previo -preventivo, de información, pedagógico, etc.- que es donde tenemos que caminar juntos".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com