Se aburría el ilustre ex ministro de Exteriores felipista, don Carlos Westendorp, en la Asamblea de Madrid, como número dos que fue de Rafael Simancas en las elecciones regionales madrileñas.

 

Pues bien, dado que Solchaga se negaba a conformarse con el magro salario de embajador, Westendorp, antes que dormitar en la oposición a un Gobierno autonómico, ha decido emigrar. Tiene una ventaja: habla bastante bien el inglés. Ya se ha solicitado el placet. Otra cosa es que Washington tuerza el gesto. Por ahora, Zapatero ha logrado entrevistarse durante 7 minutos con George Bush. No está mal.