- En declaraciones a Hispanidad, Rosa María denunció, además, que su familia está recibiendo amenazas de muerte de la dictadura cubana.
- Por ello, exige una "investigación independiente del Gobierno cubano que nos aclare cuál fue la verdad de lo ocurrido y cómo murieron mi padre y Harold".
- Oswaldo Payá era español, pero el Gobierno no quiere hacer nada.
- El ministro Margallo exige silencio sobre el caso para no perjudicar a otros españoles, dice.
- Pero, con el silencio, el Ejecutivo español defrauda a la justicia y a la verdad y no hace nada por esclarecer el más que probable asesinato de Payá y Cepero.
Pues bien, en ese contexto, el 22 de julio de 2012 un coche circulaba por las carreteras cubanas. Era conducido por el joven político español del PP Ángel Carromero (en la imagen) y en él viajaban también Jens Aron Modig, de las juventudes del partido demócrata cristiano sueco, así como Oswaldo Payá y el también opositor cubano Harold Cepero.
Según la versión de la dictadura cubana, el español Ángel Carromero estrelló el coche por exceso de velocidad y en el accidente murieron Payá y Cepero. El sueco Aron Modig dijo a las autoridades cubanas que estaba dormido en el momento del accidente, por lo que le dejaron salir de la isla. A raíz del accidente, se montó un juicio farsa contra Carromero, a resultas del cual fue condenado por la dictadura cubana a cuatro años de prisión por conducción temeraria. Sin embargo, gracias a un acuerdo bilateral con España, desde diciembre de 2012 Carromero se encuentra en Madrid, donde se le concedió el tercer grado.
Pero..., ¿qué pasó en realidad con Oswaldo Payá y Harold Cepero La familia de Payá contó que poco antes del accidente habían recibido SMS en el que los viajantes en el vehículo contaban que estaban siendo hostigados por miembros del régimen cubano. Entonces, la familia de Payá empezó a sospechar que el coche se estrelló no por un accidente sino por un atentado provocado por el régimen.
Pues bien: la hija de Oswaldo Payá, Rosa María (de visita en España) quien tuvo la oportunidad de charlar con Ángel Carromero, en declaraciones a Hispanidad, señaló: "Hemos confirmado que no hubo un accidente y como no hubo un accidente queremos un investigación independiente del Gobierno cubano que nos aclare cuál fue la verdad de lo ocurrido y cómo murieron mi padre y Harold".
Según ha contado Rosa María a Hispanidad, su padre recibía constantes amenazas de muerte "hasta casi el día en que murió" pero "se hicieron mucho más frecuentes e intensas en los últimos días". "Pero no han cesado y ahora están sobre mi familia. Hace cuatro días llamaron a casa de mi familia en Cuba para decir 'te vamos a matar'. Cogió el teléfono una amiga de mi familia y le dijeron: 'te vamos a matar'. O sea que después de haber vivido lo que hemos vivido, sabemos que no están jugando. Así que tengo miedo por lo que pueda sucederle a mi familia y a los miembros del MCL en Cuba. Y responsabilizo directamente al Gobierno cubano por la integridad física de todos ellos".
Rosa María ha explicado que están "pidiendo ayuda para que se realice una investigación internacional", "no sólo al Gobierno español, sino a todas las instituciones y amigos, a los diputados que se interesen y que quieran ayudarnos a esclarecer los hechos que ahora mismo están muy oscuros". También ha incidido en que en ese camino, "no descartan" la posibilidad de iniciar acciones judiciales y de emprender una demanda en la Audiencia Nacional, puesto que su padre Oswaldo era ciudadano español.
También en declaraciones a Hispanidad, el miembro del MCL, Regis Iglesias, nos aseguraba que no fue un accidente sino un atentado, según les dijo Ángel Carromero: "Desde el mismo 22 de julio teníamos información enviada tanto por Ángel como por Aron Modig a amigos en España y Suecia a través de SMS de que estaban siendo perseguidos por un operativo de automóviles de la seguridad del Estado hasta que finalmente, uno de ellos lo golpeó la parte trasera del auto en el que viajaban Carromero, Modig, Oswaldo y Cepero y Ángel nos confirmó en unas conversaciones recientes esta información".
Carromero también les contó, afirma Regis Iglesias, que inmediatamente después de haber sido embestidos y sacados de la carretera, él pudo controlar el coche en el que viajaban e "inmediatamente fueron sacados violentamente del coche por miembros de la seguridad del Estado que venían en otro coche y les golpearon a él y a Ángel. A Ángel lo introdujeron en una camioneta de la seguridad del Estado". Según lo que les contó el joven político español, en el coche estaban vivos todavía Oswaldo Payá y Harold Cepero: "Ellos no saben qué pasó después. Lo que no pasó fue que se hubiesen estrellado contra ningún árbol, como ha presentado la versión del régimen y que ha sido aceptada, de hecho, por el Gobierno español".
Según Iglesias, lo que les contó Carromero "confirma lo terrible que pudo haber sido los últimos momentos de la vida de Oswaldo Payá y Harold Cepero. Regis Iglesias también estuvo presente en la reunión con Ángel Carromero y la hija de Oswaldo Payá. A preguntas de Hispanidad de cómo se encontraba, ha respondido: "Lo veo bastante sereno, a pesar de todo lo que ha pasado y de todo su calvario a partir de ese momento en Cuba y aquí. Te imaginas lo que es ser víctima de un atentado en Cuba, víctima de un trato inhumano, cuando estaba en prisión en Cuba y llegar a tu propio país como un criminal" y "ser ignorado por tus propios compañeros de partido y de Gobierno. Creo que a pesar de todo, él es una persona muy equilibrada, con mucha dignidad".
Recordemos que el ministro español de Exterior, José Manuel García-Margallo, dijo la semana pasada que el Gobierno español se negó a que España apoyara la modificación de la Posición Común de la Unión Europea sobre Cuba a cambio del traslado a nuestro país del dirigente de Nuevas Generaciones Ángel Carromero. Y también, en respuesta a la diputada de UPyD, Irene Lozano, quien acusó al Ejecutivo de "dar cobertura internacional a la versión oficial cubana", Garcia-Margallo replicó que con sus declaraciones está poniendo en peligro que puedan abandonar la isla otros cuatro españoles detenidos y pendientes de juicio en Cuba
Tras todo lo anterior, la respuesta de García-Margallo cabe ser interpretada como el 'síndrome de Estocolmo', es decir, no enfademos al tirano no vaya a ser que nos haga más daño. Cierto que la obligación del ministro de Exteriores español es sacar a esos españoles de Cuba, pero eso es compatible con la dignidad y la justicia que exigirían, en este caso, una investigación internacional sobre lo que le ocurrió a Payá y a Cepero cuya repercusión ayudaría a sacar de la isla a esos cuatro españoles. Sin embargo, con su silencio e inacción ante un más que probable asesinato, el Gobierno español defrauda a la justicia, a la dignidad de los desaparecidos (uno de ellos español) y a la verdad.
Además, Regis Iglesias opinó sobre las declaraciones de Margallo: "Muy desacertadas todas las palabras que utilizó para responder a la diputada Irene Lozano. Me gusta pensar siempre que el lado honesto de las personas, el lado de los principios, que siempre ha movido a los españoles en este caso prime por encima de intereses espúreos que no tengan nada que ver con la libertad de Cuba. Creo que es el momento de tomar una posición de honorabilidad, de honrar los compromisos con la libertad del pueblo cubano y con la verdad".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com