Sr. Director:
Muy señor mío: Me permito dirigirle estas líneas para decirle: ¿Por qué no se preocupa de cómo viven en Andalucía, gran parte de las personas mayores?
La obligación de un gobernante es garantizar una vida digna, a todos sus ciudadanos y, sobre todo a los mayores que ya se dejaron la piel en su juventud para sacar adelante a sus familias y de paso pagar sus correspondientes impuestos y asegurarse una justa pensión, -cosa que la mayoría no lo han conseguido-. Ustedes los gobernantes sí, que se lo han asegurado bastante bien.
Pues eso, que usted también se ha asignado para vivir el resto de su vida, un poco repartidito entre los demás es lo que necesitan los andaluces.
Vivir dignamente y, no pierda el tiempo buscando como implantar ninguna ley titulándola "muerte digna". La dignidad la tiene la persona y hay que respetar el momento natural de su muerte, como una parte importantísima de su vida, ayudándole en sus sufrimientos.
Ni usted, ni nadie tiene el derecho de obligar a ninguna persona, sin respetar sus convicciones morales, personales, religiosas o fisiológicas a llevar a cabo un proyecto como ha dicho "pionero" en España.
La verdadera piedad y compasión, no es la que quita la vida, sino la que la cuida hasta su fin natural.
Así pues, preocúpese de la Vida, de la Vida, que los años que Dios le tenga permitidos vivir a cada cual, los vivan lo mejor posible, porque el momento de la muerte no depende de la voluntad de usted ni del político de turno, lo que sí depende de usted es la solución a los problemas sociales, la construcción de una sociedad a la medida de la dignidad humana.
Así que, déjenos vivir en paz y morir en paz.
Elena Baeza
bzvile@gmail.com