Sr. Director:
Principalmente, quiero aclarar que no voy a hablar puntualmente del secuestro de Nicolás. Sólo decir que durante 20 días vivimos en el INFIERNO. Durante ese Infierno muchas veces pensé, al saber de los llamados y declaraciones de diversos funcionarios: "El médico llegó tarde, a pesar de que lo llamamos muchas veces".
Por eso, quiero dirigirme a los diversos funcionarios que, de un modo u otro, tienen responsabilidad en esta inseguridad en que vivimos todos los argentinos.
En primer lugar, me dirijo al señor Presidente: Si estuviera en sus manos decidirlo, ¿cuántos años de cárcel mínimos daría a un secuestrador? Le ruego que me conteste con un simple número.
Ahórreme respuestas políticas, como que no es cuestión de penas duras sino de combatir las raíces del delito. En eso estamos de acuerdo, pero yo, como médica, le digo: Si un fumador sufre un infarto y se está muriendo, el médico que lo atiende en la emergencia no puede decirle que la solución para su infarto es dejar de fumar; debe aplicar en minutos medidas urgentes para salvarle la vida y, luego pasado el peligro, dedicarse a combatir las causas.
Por eso, le solicito que me conteste con un simple número: ¿Cuántos años?
Ahórreme, por favor, también la respuesta a través de alguno de sus colaboradores-voceros que, con una mente brillante y una lengua veloz, pretenden explicar lo inexplicable. Le pido, por favor, señor Presidente, contésteme de ciudadano a ciudadana, no de político a ciudadana.
Por otro lado, quisiera respetuosamente hacerle una observación: Durante su Presidencia ha demostrado en múltiples oportunidades que cuando algo le interesa o le preocupa, lo toma usted mismo en sus manos y lo lleva al resultado que usted desea. ¿Qué pasa en este caso? ¿No le interesa? ¿No puede? ¿No quiere ocuparse personalmente de esto?
Me dolió mucho escucharle decir "
Señor Presidente, ¿me ayudaría a señalar a los responsables de los secuestros y damnificados por la inseguridad de nuestro país o, de lo contrario, mediría dónde podemos hacer un Museo de
Al gobernador de mi provincia, me permito decirle: Si yo fuera usted, dada la inseguridad extrema que vivimos especialmente en todo el conurbano bonaerense, seguiría trabajando el ciento por ciento de mi tiempo personalmente en este tema. ¡EL PACIENTE SE MUERE, DOCTOR!
A los legisladores de nuestro país, simplemente no les entiendo. Su falta de toda lógica, su desinterés, su desinformación y su ausencia de las sesiones es algo que simplemente me deja sin palabras. En este caso, pido disculpas a las excepciones que, como siempre, existen.
Con respecto a algunos miembros del Poder Judicial, les comparo con esos personajes de las películas de terror en las cuales el protagonista en peligro se siente a salvo cuando aparecen y en realidad representan otro peligro, ya que, luego de darnos la sensación de seguridad al saber preso a un delincuente, terminan liberándolo por razones que la gente común, como yo, no alcanza a entender, escudándose en leyes y reglamentos, sin animarse a dictar sentencias firmes que impidan a esos delincuentes volver a la calle.
Finalmente, y con mucho más gusto me dirijo a todos los argentinos, muchos de los cuales me han manifestado sentirse en mi lugar y humildemente pretendo ser hoy la voz de todo un pueblo que tiene miedo. Tenemos que unirnos, por encima de todo tipo de diferencias políticas, sociales, religiosas, etc., y gritarle al Gobierno hasta el cansancio ¡NO PODEMOS MÁS!
Son muchas las cosas que podemos hacer, cada uno desde su lugar, pero hay algunas que las podemos hacer todos:
- Dejar las banderas blancas en nuestras ventanas en reclamo de paz y justicia.
- Personalmente, cada jueves, a partir del próximo y por el resto del tiempo que esto continúe, pienso usar una prenda o distintivo de color negro que signifique un grito silencioso: ¡TENGO MIEDO!
Invito a todos los argentinos de bien que compartan este miedo mío, hacer lo mismo para que cada funcionario, mire donde mire los jueves, vea a un ciudadano diciéndole TENGO MIEDO.
Por último, creo que debemos acompañar al señor Blumberg (***) en la marcha del día 26 de agosto. Nadie puede poner en duda la generosidad de este padre, a quien el terrible hecho de perder a Axel, su único hijo, encendió su deseo de cuidar la vida de nuestros hijos.
Para terminar, señor Presidente, tuve que ponerme de rodillas frente a los secuestradores de mi hijo. ¿Tendremos todas las madres que ponernos de rodillas ante usted para que haga algo?
Respetuosamente,
Susana Garnil
(*) Nicolás Garnil es un joven de 17 años de clase media-alta, que fue secuestrado (arrancado del auto de su madre) cuando se dirigían hacia
(**) El presidente está muy ocupado junto a las "Madres de Plaza de Mayo" con el tema de erigir el "Museo de
'83.
(***) Axel Blumberg fue secuestrado y asesinado este año a los 23 años, cuando intentó huir del lugar en dónde estaba encerrado. Su padre inició una campaña para que esto no le vuelva a suceder a nadie. Los "Organismos de Derechos Humanos" de Argentina (por supuesto, el derecho de los delincuentes y asesinos solamente, porque el resto no somos humanos) se oponen sistemáticamente a sus marchas, reclamos, etc.