Este fin de semana he utilizado las máquinas de venta automática de billetes de los Ferrocarriles de la Generalitat catalana y me he encontrado con una avalancha de faltas ortográficas en su versión en español: los billetes son "senzillos" en vez de sencillos; las tarjetas son "targetas"; preposiciones y acentos catalanizados y la "i" en vez de la "y".
Si este es el nivel de castellano de un organismo oficial, no es difícil imaginar el de un niño educado bajo la inmersión.
El gobierno catalán afirma que sus pruebas de lengua española, de un elevado nivel de dificultad como es sabido, demuestran un excelente nivel de castellano de los niños catalanes, superior, incluso, al de los de Valladolid.
Debe ser que los vallisoletanos utilizan la conjunción "i" en vez de la "y", ponen la tilde según las reglas del catalán y escriben en un castellano muy "senzillo".
Andrés Oviedo