La Comunidad de Castilla y León ha aprobado la primera Ley de Mediación Familiar de España. La norma pretende restar conflictividad en los procesos de rupturas familiares contenciosas. Se trata de un procedimiento complementario y no alternativo al sistema judicial de resolución de conflictos, por lo que es totalmente respetuoso con el derecho de las personas a la tutela judicial efectiva. Por supuesto, también afecta a las parejas de hecho y quedan excluidos aquellos procesos en donde la ruptura está originada por procesos de violencia de género.
En la exposición de motivos, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, apela al imperativo legal del artículo 39 de la Constitución y a la Recomendación del Consejo de Europa de 21 de enero de 1998. Herrera también encuadra la decisión en lo previsto en el Plan Integral de Apoyo a la Familia 2001-2004 aprobado por el anterior gobierno. Además, la Ley 14/2002 de 25 de julio de promoción, atención y protección a la infancia de Castilla y León, introdujo como actuaciones de apoyo familiar la realización de programas de orientación y mediación familiar.