Tras oír a la presidenta del parlamento catalán quejarse sobre los supuestos bajos salarios de los diputados catalanes, uno no sabe si ponerse a reír o a llorar.
Un diputado autonómico medio catalán cobra 6.000 euros al mes, siendo los parlamentarios que más cobran de España. Pero lo más escandaloso y de lo que nadie habla son las subvenciones que cobran los grupos parlamentarios en el Parlament.
Por ejemplo, CiU se embolsa cada año 7 millones de euros, una subvención diez veces mayor de la que reciben los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados.
¿Cómo se reparten los diputados de CIU y a qué dedican esos más de 1.000 millones de las antiguas pesetas? Como ciudadano catalán me siento expoliado fiscalmente, pero por los propios políticos catalanes.
Andrés Moreno