Lo ocurrido en Guadalajara es una muestra de que en España hay ciudadanos de primera y de segunda. Cuando el incendio fue declarado podría haberse apagado si se hubiesen tenido los suficientes medios (coches de bomberos, aviones o helicópteros), pero a nadie le interesa Guadalajara. Durante el sábado, los vecinos afectados debieron luchar solos contra las llamas, sin obtener ayuda de las instituciones provinciales, de la Comunidad o del Gobierno. No ha importado a nadie hasta que no ha habido muertos.
Sólo espero que el PSOE e IU salgan a protestar como hicieron con el Prestige, porque este desastre ecológico (más de ocho mil hectáreas irrecuperables) supera con creces el de Galicia, en ése al menos no hubo víctimas mortales. Sólo espero que ahora que el PSOE está en el Gobierno no vea lo ocurrido en Guadalajara como una catástrofe de segunda sólo porque no necesita los votos de esos cientos de personas desalojadas de sus hogares.
Belén Rincón García
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