Veo todos los días del año catástrofes que asolan a nuestros pueblos, lluvias torrenciales, incendios, nevadas, fiestas patronales mal diseñadas, falta de previsión y nadie relama nada a nadie le da por pensar si esas catástrofes se podrían haber evitado y la respuesta es sí con previsión, prevención y planificación.
Esas palabras a muchos les suena a chino y cuando llega el infortunio lo achacan a que tenía que pasar y no es así. En España no se ha creado todavía un cuerpo definido de protección civil que aparte de la labor de los voluntarios y profesionales de cuerpos de intervención exista un cuerpo de técnicos de protección civil que prevean, intuyan los riesgos a los que está sometida una localidad y haga algo por minimizarlo.
Hemos avanzado en los riesgos laborales pero en riesgos civiles no y esto tiene que ir acabando porque si los ayuntamientos quieren ahorrar y el Estado también hay que reducir las indemnizaciones, la destrucción de patrimonio y su reconstrucción con un servicio de prevención de riesgos y solo se consigue con personas que se dediquen todo el año a ello.
La desaparecida Dña. Pilar Bravo directora de protección civil decía hace muchos años como queremos innovar en prevención cuando los toros van por la calle en las fiestas. Esto tiene que cambiar.
Gonzalo Fernández Amago