Sr. Director:

Decir que el Dalai Lama es cristiano sin Cristo equivale a decir que el ser más religioso es aquél que no tiene o practica ninguna religión.

En efecto esa es la esencia del pensamiento oriental: buscar la auténtica religiosidad dentro de cada uno; esa religiosidad que no se consigue siguiendo a un Cristo, a un Mahoma, a un Mahavira o hasta a un Dalali Lama.

No olvidemos que Buda significa el iluminado, y dentro de esta perspectiva es necesario buscar la iluminación dentro de cada uno de los seres que eventualmente estamos ocupando este hermoso planeta y utilizando, mientras dure nuestra estancia en el mismo, un determinado cuerpo. Nadie ha sido jamás iluminado desde fuera, ningún verdadero maestro va a poder otorgarte la realización y la comprensión final, no vamos a llegar a nirvana siguiendo a pies juntillas lo que predica cada gurú. Eso sí, un verdadero maestro te dará testimonio de que así, como él, es posible llegar al entendimiento total y finalmente a la iluminación a la cual todos tenemos acceso por poseer esa esencia divina dentro de cada quien.

Un verdadero maestro no es el que te enseña, es aquél que basta su sola presencia para que tu puedas aprender. De igual forma, te puede inducir y aconsejar sobre las prácticas meditativas, lo cual es la verdadera llave para lograr "moksha", pero no te impondrá practicar un culto, ni ningún ritual que te encadene y oblige a una u otra actitud, so pretexto de lograr encontrar el camino.
En esta ocasión, Dalai Lama ha manifestado que el arte de lograr la felicidad se consigue viviendo el momento, el aquí y ahora, eliminando las perspectivas de un futuro que sólo trae frustración y de un pasado que son sólo recuerdos. Además deja traslucir su mensaje lo absurdo del ego, y de la apertura de la mente para lograr una verdadera espiritualidad que finalmente nos lleve al arte de la felicidad. Finalmente, permite que Buda se convierta en tu realidad misma, y que tú te disuelvas, que desaparezcas completamente. Tú eres la enfermedad; Buda es la cura, tú eres el nacimiento y la muerte; Buda es la trascendencia del círculo de nacimiento y muerte. Tú eres momentáneo, tan sólo una burbujita de jabón, Buda es la eternidad.

Marco Cárdenas Portugal

markportugal@hotmail.com