Congreso Católicos y Vida Pública: El rifirrafe de Osorio y Oreja aún sobrevive en muchas meninges. ¿A quién votamos los católicos? continúa siendo la pregunta imperante. Y luego el reconcomio: Y si no votamos al PP, ¿seguirá Zapatero en Moncloa?

Respuesta primera: un cristiano tiene que votar y defender planteamientos cristianos. Lo mismo ocurre con el periodismo católico. Los partidos políticos y los medios católicos no surgen para tener éxito -político o mediático- sino para evangelizar. Si no, sus impulsores deben dedicarse a otra cosa o cambiar de credo. En su conducta y forma de ejercicio, el fin no justifica los medios. La razón es muy sencilla, pero probablemente habrá que recordarla: los católicos no somos los que creemos en Dios sino los que amamos a Cristo.

Por tanto, la clave no está en conseguir el éxito sino en ser coherentes con los principios cristianos. Lo demás vendrá por añadidura. Se lo diré de otra forma: el lema de un partido político y de un medio católico es de derrota en derrota hasta la victoria final. Su labor no se mide ni por el número de votos ni por el número de lectores, sino por su coherencia. El ciento por uno no consiste en el éxito mundano sino en la felicidad personal. Además, la vida eterna es la que viene después de la temporal, tautología ésta que, no me pregunten por qué, sospecho que no resulta baladí. En definitiva, el lema es De derrota en derrota hasta la victoria final.

Y si ZP sigue en La Moncloa que siga. Sé que son muchos los convencidos de que si ZP abandona La Moncloa y su sillón es ocupado por un pepero -incluso por Mariano Rajoy- España se recristianizará, pero a lo mejor están equivocados y, en cualquier caso, eso sólo demuestra que, como diría don Groucho Marx al contemplar como al bueno de Harpo le expulsan de su casa por la nimiedad de no haber pagado el alquiler durante seis meses: ¡El mundo está desquiciado!.

Pero el historiador Javier Paredes lo explica mucho mejor que yo.

Eulogio López

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