Las relaciones entre los dos sindicatos no son buenas. Aunque en público tratan de mantener la unidad sindical, las tensiones van por dentro. Primero fue CCOO quien sin consultar y antes de conocer el contenido de la reforma, se tira a la piscina y adelanta que habrá huelga general. Preventiva, según el Gobierno.
UGT se la devuelve cuando Lito se adelanta a la reunión entre Méndez y Toxo y fecha la huelga el 29 de septiembre: tarde y diluida porque se trata de una convocatoria europea, no antiZapatero. Así que este jueves es CCOO quien se la devuelve. Toxo dice que hacen falta cambios importantes de Gobierno. Si UGT quería paños calientes, CCOO tensa la cuerda. Y así suma y sigue. Eso sí, todo pellizcos de monja comparado con la marginación del resto de sindicatos independientes.
Andrés Velázquez
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